lunes, 15 de julio de 2013

Seguimiento de un huerto urbano en macetas (El Macetohuerto)

En este apartado pretendo dejaros, durante la próxima campaña de mi macetohuerto, una, o un par, de las fotos más destacadas de cada semana, con un breve comentario de cada una de ella. Pretendo con ello, en la medida de mis posibilidades, aportaros ideas para vuestros propios proyectos macetohuertiles. Debéis tener en cuenta de que se trata de comentarios realizados sobre un macetohuerto situado en una azotea ubicada en el municipio de Tomares (Sevilla) con un típico clima Mediterraneo. Si quieréis conocerla podéis ver los vídeos de presentación.

[Ver fotos en orden cronológico invertido]

Semana del 29 de julio al 4 de agosto de 2013


Acabo de llegar de vacaciones y como viene siendo habitual me pongo a hacer los primeros semilleros de otoño. Sí, los hago en la segunda quincena de julio, para empezar a trasplantarlos hacia la segunda quincena de agosto. Es importante hacerlos pronto para que las plantas estén bien desarrolladas a finales del otoño, con la llegada del frío a Sevilla, ya que en el cultivo en macetas las raíces y el sustrato se enfrían mucho a partir de esa fecha, con lo cual la descomposición de los fertilizantes orgánicos y la absorción radicular se ralentizan mucho, dificultando que los cultivos crezcan con la normalidad con la que lo hacen cuando se cultivan en suelo, el cual se mantiene más caliente (o menos frío) en invierno. Así que si queréis poner huerta de otoño, os recomiendo comenzar ya, sobre todo a los que no estéis de vacaciones. Además, así tendréis entretenimiento para la época estival.

Las variedades, en la medida de los posible son tradicionales que he intercambiado a través de la Red de Resiembra e Intercambio de la Red Andaluza de Semillas. Para las especie que no he conseguido aún material, he comprado variedades comerciales y punto.

Yo he realizado los siguientes semilleros en macetas de aproximadamente 0,5l, lo que me permite que desde el principio puedan desarrollar unas buenas raíces:

- Acelga de Tarifa (variedad tradicional)
- Acelga Roja (variedad tradicional)
- Acelga de Penca Ancha (variedad tradicional)
- Apio Marroquí (variedad tradicional)
- Col de Asa de Cantaro (variedad tradicional)
- Coliflor Maravilla 4 Estaciones (variedad comercial)
- Brócol Ramoso Calabrese (variedad comercial)
- Col Lombarda Cabeza Negra 2 (variedad comercial)
- Col de Bruxelas Sanda (variedad comercial)

He puesto 3 semillas por maceta, a una profundidad de 0,5 cm cm y separadas 1,5 cm, para en un par de semanas aclarar y dejar solo una.

En el caso de las cebollas y lo puerros, he hecho un semillero con siembra a voleo en macetas de unos 10 l, con unas 150 semillas distribuidas uniformemente y cubiertas con 2 o 3 mm de sustrato, las cuales trasplantaré a raíz desnuda a partir de septiembre. He puesto las siguientes variedades:

- Cebolla grande de matanza (variedad tradicional)
- Cebolla Blanca de Maggio (variedad comercial)
- Puerro Carentan 2 (variedad comercial)

Como sustrato he utilizado los restos que me quedó de los trasplantes de primavera-verano que llevan como abono una mezcla de compost y estiércoles de oveja y caballo, que en su conjunto suponen menos del 10% del total del sustrato.

Tras un riego copioso, las macetas las pondré a germinar en la oscuridad para que no se seque inesperadamente la superficie con el calor del verano. En cuanto vea síntomas del comienzo de la germinación las subiré nuevamente a la azotea y les colocaré una maya antipájaros para que los mirlos no revuelvan el sustrato.

Hacia mediados de agosto, además de los inicios de los trasplantes, haré semilleros de lechugas y escarolas. También plantaré patatas, que ya he comprado para que vayan echando las yemas.

Por otro lado, os muestro también en la imagen la cosecha de cebollas blancas que trasplante como plantas acompañante de los cultivos de verano (tomate, pimiento, berengena y pepino) durante el mes de mayo y que hasta la fecha se han cosechado como cebolla fresca. Ahora, una vez que las plantas han acabado su ciclo, he cosechado estas que se ven, que seguiré usando en la cocina durante una buena temporada, mientras que las nuevas cebollas crecen. Yo hago tres siembras de cebolla al año. Además de la que acabo de realizar, preparo otra a principios de otoño y una más a final del invierno.

Finalmente, podéis ver un par de melones amarillos que están en desarrollo. No los había cultivado antes en macetas, pero he probado este año y ha funcionado. Para su cultivo he utilizado estiércol de oveja. Habrá que seguir mejorando el método.

Semana del 5 de al 11 de agosto de 2013


Esta semana he dedicado un rato a extraer semillas para mis siembras futuras. Procuro, en la medida de lo posible, probar distintas variedades de cada especie e ir eligiendo aquellas que se adaptan mejor al cultivo en macetas. En esta ocasión esto es lo que he estado haciendo:

- Acelga Roja (arriba izquierda): estos ramos de frutos se cosecharon en junio y los he desgranado manualmente ahora. Sus frutos se llaman glomérulos y tienen varias semillas cada uno, por lo que al sembrarlos salen varias matas que luego hay que aclarar para dejar solo una. Para sacar semillas hay que dejar la planta en la maceta 2 o 3 meses más, por lo que el esfuerzo de sacar semillas es mejor hacerlo cada 4 o 5 años y conservar las semillas en un lugar seco y fresco. Así, esos 2 o 3 meses los dedico durante esos años a otros cultivos.
- Pimiento Gregoriano (arriba centro): para sacar las semillas de pimiento hay que esperar que estos se pongan rojos. No es que existan variedades de pimientos verdes y de pimientos rojos. Primero son verdes y al madurar se ponen rojos. Solo hay que abrirlos, sacar la semilla y ponerla a secar en un lugar seco y sombreado. Se pueden mejorar las variedades fácilmente, ya que todos los años se puede elegir el mejor pimiento de la mejor mata y sacare semillas.
- Lechuga Matecosa de Invierno (arriba derecha): con el ramo bien seco, desmenuzo frotando con las manos el conjuto de semillas y pelillos que las acompañan, para luego colocarlos en un cuenco y aventarlos con un abanico para eliminar los pelillos y otros restos ligeros. Finalmente, quito elementos más gruesos con los dedos. Para tener un ramo fructífero seco, necesito dejar la planta unos 2 o 3 meses más desde de lo que haría falta para una cosecha normal, por lo que procuro, al igual que con la acelga, hacer el esfuerzo de sacar semillas cada 4 o 5 años y conservar las semillas en un lugar seco y fresco. Así, esos 2 o 3 meses los dedico durante esos años a otros cultivos. Las lechugas no se cruzan a penas entre ellas, por lo que se pueden tener varia variedades y cada año sacarle semillas a una de ellas. De hecho, esto es lo que yo hago.
- Melón Amarillo Liso (abajo izquierda): se trata de un melón que he comprado en mi cooperativa de consumidores de productos ecológicos, y como me ha gustado mucho el sabor, pues voy a sacarle las semillas para plantarlas el año que viene. Estas hay que dejarlas fermentar un par de días en un envase con el mucilago que les rodea, para que este último se corrompa y se pueda separar posteriormente por lavado. Finalmente las semillas se dejan secar en un plato en un lugar seco y sombreado.
- Judía de Metro (abajo izquierda): Se pueden mejorar las variedades fácilmente, ya que todos los años se pueden elegir las mejores vainas y dejarlas secar para desgranarlas posteriormente.
- Tomate (abajo centro): en la foto se ven cuatro variedades (Margarito, Datilillo, Bombilla Amarillo y Ramallet). Los tomates raramente se cruzan, por lo que es fácil sacar semillas de todos ellos. Además, el momento óptimo para sacarle semillas coincide con el de consumirlos, por lo que podemos probarlos y decidir si nos gustan y sacarles las semillas. La variedades pequeñas, como las de la foto, son las más fáciles de cultivar en maceta, dando menos problemas de rajado. Y es por ello por lo que hay 4 en la foto. Aunque también estoy probando variedades que dan tomates más grandes, del que tengo la variedad Sartenes, que tampoco se raja. Para conservar las semillas, al igual que sucede con el melón, hay que dejarlas fermentar un par de días en un envase con el mucilago que les rodea, para que este último se corrompa y se pueda separar posteriormente por lavado. Finalmente las semillas se dejan secar en un plato en un lugar seco y sombreado.

- Cebolla Blanca (abajo derecha): se trata de una variedad que se ha subido a flor sin hacer cebollas, pero voy a guardar las semillas, ya que me valen para producir cebolleta. La inflorescencia termia produciendo unos frutos que, una vez secos, se quedan a medio abrir mostrando las semillas negras. Desmenuzo el conjunto con las manos y luego, con un abanico o soplando suavemente, separo en un cuenco la semilla de las partes más ligeras. Los elementos más gruesos que no salen volando, se eliminan posteriormente con los dedos.

Semana del 12 al 18 de agosto de 2013


La judía, frijol o poroto verde que habitualmente comemos se denomina científicamente como Phaseolus vulgaris. Sin embargo, existe otra especie denominada Vigna unguiculata que se conoce vulgarmente como judía de metro. En mi macetohuerto, de momento es esta la que cultivo. Personalmente la encuentro más rústicas, aguantando mejor a los pulgones que sacan a pastorear las hormigas que medran en los muros de la casa. Por mis circunstancias locales, tengo que evitar especies y variedades fácilmente atacados por estos insectos.

Las cultivo en macetas de 20 l, colocando en el centro, alrededor de un tutor de bambú hasta 5 semillas. Las plantas, al crecer, se enrollaran solas alrededor del tutor, aunque al principio, a veces es necesario ayudarlas atándolas a los 15 o 20 cm, hasta que empiezan a sujetarse solas. Yo en Sevilla (España) las siembro en mayo, para cosechar a partir de la segunda quincena de julio. Supongo que en hemisferio sur la siembra podría ser sobre el mes de noviembre. Con unas 6 macetas de 20 l (30 plantas) tengo para surtirme sobradamente durante un par de meses, cosechado semanalmente para 2 personas.

Como abono he probado tres: estiércol de oveja, estiércol de caballo y compost. Si no se pretende dar abono suplementario, el estiércol de oveja es el que mejor funciona. Sin embargo, si se aportan durante el cultivo otros abonos orgánicos (guano, melaza de caña o remolacha, harina de pescado, orina al 10%, etc), el compost puede ser satisfactorio. El estiércol de caballo, de momento, me ha funcionado mal. Igual no es de calidad. El estiércol de oveja si lo es, y el compost también, que lo hago yo.

Una peculiaridad de la cosecha, a diferencia de la judía común, es que no se deben de cortar los tallos en donde se insertan las vainas, pues estos darán más flores posteriormente, prolongando la producción de las plantas durante bastante más tiempo. Esto es muy importante tenerlo en cuenta.


Semana del 19 al 25 de agosto



Esta semana hemos realizado el trasplante de las coles (col, lombarda, coliflor, brécol y col de Bruselas) que pusimos en semillero durante los últimos días de julio. Es importante hacer estos trasplantes pronto, para que las plantas se desarrollen lo más posible antes de la llegada de los fríos invernales, ya que con las bajas temperaturas, la materia orgánica de las macetas se descompone mayor con lentitud, ralentizando mucho el crecimiento. No obstante durante el invierno haremos unos aportes suplementarios de abonos orgánicos fácilmente asimilables y, quizás una fina capa superficial de estiércol de oveja en la segunda quincena de septiembre.

El trasplante lo hemos realizado en las 6 jardineras de 110 l que han albergado la plantación de tomates este verano y que hemos retirado hace 10 días para que le diera tiempo a las raíces a corromperse un poco. Así, hemos podido sacar la base de los troncos y remover el sustrato con más facilidad. Para abonar hemos dispuesto una capa de 1 a 1,5 l de estiércol de oveja que luego hemos ligado con las manos en los 10 cm superficiales del sustrato.

Por cada jardinera hemos trasplantado dos plantas de coles ya que requieren al menos unos 50 cm de separación, por lo que llegarán a tener unos 45 l de sustrato por planta. La próxima semana le asociaremos unas cebollas (si es que encuentro algún plantón de vivero, que nuestros semilleros están aún pequeños) y sembraré los primeros rabanitos, aunque para estos últimos es aún temprano. A ver que pasa. En el borde de las jardineras he dejado las espinacas de malabar que tenía con los tomates, esperando que tengan un nuevo rebrote. Esta espinaca es muy rústica y se da bien durante todo el año.

Finalmente, hemos colocado una estructura con varas de bambú sobre la que hemos puesto una malla antipajaros de 2 x 10 m., que estará colocada mientras las coles no crezcan demasiado o sea, unos 2 o 3 meses. Con ella buscamos dos objetivos. Por un lado, evitar que los mirlos picoteen el sustrato en busca de lombrices, con el incordio que supondría tener que estar barriendo constantemente el suelo para devolver a las jardineras el sustrato que sacan. Por otro, impedimos que la mariposblanquilla de la col coloque sus huevos en el envés de las hojas de col, del que posteriormente eclosionarían hordas de orugas que habría que estar matando por el método del aplastamiento digital o sea, con el dedo. Con ello procuramos no tener que aplicar sustancias, aunque sean naturales. 

Semana del 26 de agosto al 1 de septiembre de 2013



El pasado diciembre realice mi primera siembra de patatas en maceta. Había leído del método de las cubiertas de neumáticos, en el que, a medida que la planta va creciendo, se le van colocando neumáticos superpuestos que se rellenan con sustrato. Se supone que la planta va generando patatas a lo largo de toda la altura de la columna de neumáticos. Para ver esta idea podéis poner las palabras “patatas en neumáticos” en algún buscador y entenderéis lo que quiero decir.

Siguiendo esta idea, tomé un par de macetas de 29 l, las cuales llené con sustrato solo hasta la mitad, sembrándoles posteriormente una patata a cada una (diciembre). Cuando la plantas estuvieron crecidas y sobrepasaron con creces la altura de la macetas, rellené la otra mitad con sustrato y esperé a la finalización del cultivo (marzo). Cuando procedí a la cosecha, cual fue mi sorpresa al observar que, no había una misera patata en las mitades superiores de las macetas. Es posible que se debiera a lo débiles que estaban por una fuerte tormenta con viento que las dejó maltrechas.

Cualquiera que haya sido la razón de la mala cosecha, he decidido poner en marcha otra estrategia. Desde la perspectiva de hacer una carga completa de las macetas con sustrato, he puesto en marcha un experimento para ver que tamaño de maceta y la densidad de siembra más adecuada. Para ello, he llenado 3 macetas de 40 l, 3 de 30 l y 3 de 20 l con una mezcla que he elaborado con el sustrato disponible tras retirar varios cultivos de verano y un 5% de estiércol de oveja. Para cada tamaño de maceta he hecho 3 siembras a 3 densidades distintas, con 1, 2 y 3 patatas por maceta, que he enterrado una profundidad de una vez el tamaño de las patatas. Ya solo queda regar y esperar a la próxima cosecha, que espero para finales del otoño. La variedad utilizada es la Spunta, pues aquí no existen variedades tradicionales de patata que poder sembrar. Una pena.

Para cada maceta evaluaré la disposición de patatas en el conjunto del volumen del sustrato, calcularé el peso total y número de patatas y como consecuencia, el peso medio de las patatas. Con el resultado que obtenga decidiré que tamaño de maceta y que densidad de siembra ha sido el más adecuado. Si estáis interesados en conocerlo, no dejéis de seguirnos.

Semana del 2 al 8 de septiembre de 2013



En el mundo del abonado nos encontramos dos momentos de aplicación de los fertilizantes.

Por una parte, está el abonado de fondo, que consiste en la aplicación de los fertilizantes antes de la siembra o trasplante de nuestros cultivos. Yo en el macetohuerto lo aplico de varias formas. A veces, desmantelo la maceta, deshaciendo con las manos todo el sustrato, para religarlo posteriormente con un 2-10 % de algún abono orgánico. Si se trata de estiércol de oveja o caballo, que son fuertes, pongo un 2-5 % y si uso humus de lombriz o compost, que tienen un carácter más suave, pongo alrededor del 5-10%. A veces, me complico menos la vida y no desmantelo la maceta. Simplemente, hecho una capa superficial del fertilizante y la ligo con los primeros 5 o 10 cm. ¿Cual es el método más interesante?. Pues es cuestión de ir investigando y ver cual se adapta mejor a cada cultivo y tipo de maceta.

Yo para los cultivos de verano (tomate, pimiento, berenjena, calabacín, pepino, melón y sandia), así como para algunos cultivos invernales (coles, coliflores, brécol, acelga y espinaca), utilizo estiércoles, tanto de caballo como de oveja. Sin embargo, para cultivos más sensibles a estos fuertes fertilizantes (puerro, cebolla, lechuga, habas, guisante, nabo, zanahoria o escarola) utilizo compost o humus de lombriz. Incluso si he abonado el cultivo anterior con estiércol, puede que para estos últimos no fertilice con ningún abono de fondo, ya que los restos del estiércol todavía deben de tener capacidad de nutrir los cultivos.

Por otro lado, está el abonado de cobertera, que se aporta superficialmente, y cada cierto tiempo, durante el periodo de crecimiento de la planta. Con este abonado lo que realizamos es un aporte suplementario al abonado de fondo para que las plantas lleguen bien al momento de la cosecha. Se aporta poco a poco y espaciado en el tiempo, para que nos se pierda por lavado a través del drenaje de la maceta. 

En abonado de cobertera se puede aplicar de dos formas, en solido o en líquido, a través del riego. Yo, el guano, la murcielaguina, la ceniza de madera y la harina de roca basáltica, entre otros, los suelo aplicar espolvoreándolos con una cuchara de café o sopera alrededor de las plantas, haciendo una corona pero sin tocar el cuello, ya que estos abonos tienen una salinidad importante y pueden afectarlo. La lluvia o el riego posterior se encargarán de introducirlo en el sustrato. Es el caso de la foto que veis más arriba, en el cual se ha utilizado guano para fertilizar una coliflor. Esta planta procede de semilleros se hicieron hace 30 días y se trasplantaron hace 15. Junto a esta, se pueden observar unas plántulas de rábano que se han asociado y que se cosecharán en 1 mes, mientras que la coliflor estará en alrededor de 5.

Otros abonos, que son líquidos, como la melaza de remolacha o las harinas de pescado hidrolizadas, e incluso la orina, si uno decide utilizarla, se pueden diluir en el agua de riego de la regadera. También es posible diluir los abonos sólidos anteriormente mencionados en un frasco, que agitaremos bastante para poder disolver el máximo de nutrientes. Estos abonos los podemos aplicar de forma aislada o mezclada en distintas proporciones. Es solo cuestión de experimentar.

Si queréis saber más sobre el abonado podéis ver el artículo de la sesión 3 del curso de macetohuerto que trató también la fertilización.


Las últimas siembras de verano que yo realizo en mi macetohuerto son las de la última quincena de agosto (que en climas similares de Suramérica supongo que corresponderán con la ultima quincena de febrero). Para ello aprovecho una jardinera en las que he retirado varias plantas de tomate que tenia asociadas con cebollas y espinaca de malabar. Tras la retirada de los cultivos y un pequeño aporte de estiércol de oveja, he realizado la segunda siembra directa de una asociación de judías con calabacín. Ya las había realizado una primera siembra en en mayo, aunque por separado. Estos son dos cultivos que se llevan bien. Además, aprovecho distintos espacios. Por una parte, la judía trepa por la maya de entutorar que está permanentemente en la pared que hay tras la jardinera. El calabacín ocupa la superficie que está justo encima del sustrato. Adicionalmente, como no he retirado las espinaca de malabar, habiéndola solo recortado para consumirla, los nuevos rebrotes caerán nuevamente por el borde de la jardinera. Así aprovecho los 3 espacios de crecimiento que me permite la jardinera (superior, medio e inferior).

Normalmente, para decidir nuevas asociaciones de cultivo ha realizar, hago una serie de indagaciones previas. Consulto varias de las fuentes de confianza para mi y compruebo que la asociación en la que estoy interesado se repite recurrentemente en ellas. En el caso de la asociación calabacín-judía, estas han sido mis verificaciones, en las que he podido constatar que se trata de una asociación favorable:
El año pasado comprobé que efectivamente estas plantas se llevan bien, por lo que ya es una asociación habitual para mi macetohuerto. 


Pablo José González Provost
agrojardineriaecologica@gmail.com

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