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Semana del 2 al 8 de septiembre de 2013
Semana del 2 al 8 de septiembre de 2013
En
el mundo del abonado nos encontramos dos momentos de aplicación de
los fertilizantes.
Por
una parte, está el abonado de fondo, que consiste en
la aplicación de los fertilizantes antes de la siembra o trasplante
de nuestros cultivos. Yo en el macetohuerto lo aplico de varias
formas. A veces, desmantelo la maceta, deshaciendo con las manos todo
el sustrato, para religarlo posteriormente con un 2-10 % de algún
abono orgánico. Si se trata de estiércol de oveja o caballo, que
son fuertes, pongo un 2-5 % y si uso humus de lombriz o compost, que
tienen un carácter más suave, pongo alrededor del 5-10%. A veces,
me complico menos la vida y no desmantelo la maceta. Simplemente,
hecho una capa superficial del fertilizante y la ligo con los
primeros 5 o 10 cm. ¿Cual es el método más interesante?. Pues es
cuestión de ir investigando y ver cual se adapta mejor a cada
cultivo y tipo de maceta.
Yo
para los cultivos de verano (tomate, pimiento, berenjena, calabacín,
pepino, melón y sandia), así como para algunos cultivos invernales
(coles, coliflores, brécol, acelga y espinaca), utilizo estiércoles,
tanto de caballo como de oveja. Sin embargo, para cultivos más
sensibles a estos fuertes fertilizantes (puerro, cebolla, lechuga,
habas, guisante, nabo, zanahoria o escarola) utilizo compost o humus
de lombriz. Incluso si he abonado el cultivo anterior con estiércol,
puede que para estos últimos no fertilice con ningún abono de
fondo, ya que los restos del estiércol todavía deben de tener
capacidad de nutrir los cultivos.
Por
otro lado, está el abonado de cobertera, que se aporta
superficialmente, y cada cierto tiempo, durante el periodo de
crecimiento de la planta. Con este abonado lo que realizamos es un
aporte suplementario al abonado de fondo para que las plantas lleguen
bien al momento de la cosecha. Se aporta poco a poco y espaciado en
el tiempo, para que nos se pierda por lavado a través del drenaje de
la maceta.
En abonado de cobertera se puede aplicar de dos formas, en
solido o en líquido, a través del riego. Yo, el guano, la
murcielaguina, la ceniza de madera y la harina de roca basáltica,
entre otros, los suelo aplicar espolvoreándolos con una cuchara de
café o sopera alrededor de las plantas, haciendo una corona pero
sin tocar el cuello, ya que estos abonos tienen una salinidad
importante y pueden afectarlo. La lluvia o el riego posterior se
encargarán de introducirlo en el sustrato. Es el caso de la foto que
veis más arriba, en el cual se ha utilizado guano para fertilizar una coliflor. Esta planta procede de semilleros se hicieron hace 30 días y se trasplantaron hace 15. Junto a esta, se pueden observar unas plántulas de rábano que se han asociado y que se cosecharán en 1 mes, mientras que la coliflor estará en alrededor de 5.
Otros abonos, que son líquidos, como la melaza de
remolacha o las harinas de pescado hidrolizadas, e incluso la orina,
si uno decide utilizarla, se pueden diluir en el agua de riego de la
regadera. También es posible diluir los abonos sólidos
anteriormente mencionados en un frasco, que agitaremos bastante para
poder disolver el máximo de nutrientes. Estos abonos los podemos
aplicar de forma aislada o mezclada en distintas proporciones. Es
solo cuestión de experimentar.
Si
queréis saber más sobre el abonado podéis ver el artículo de la
sesión 3 del curso de macetohuerto que trató también la
fertilización.
Pablo José González Provost
elmacetohuerto@gmail.com
Pablo José González Provost
elmacetohuerto@gmail.com
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